02 enero, 2011

SOPLA FUERTE

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29 de Julio de 2011


No sabía que cuando uno celebra su cumpleaños le regalan una tarta, y que la tarta viene con una vela encendida por cada año que cumples. Puedes pedir un deseo y si soplas fuerte y consigues apagarlas todas de una vez, el deseo se te cumple. Yo ya estoy pensando el deseo que voy a pedir para mi cumpleaños, y no me consigo decidir. Mañana celebramos el cumpleaños de mi padre. Jamás nunca en esta casa celebramos nada. Yo ya voy a cumplir diez años, los cumplo en octubre, aún faltan tres meses, y antes es el cumple de mi hermano, en septiembre. El de mi mamá es en enero, aún queda.

Desde que mi papá tuvo el accidente con la moto, mi casa es distinta. Antes mi papá nunca estaba en casa, ahora siempre está. Él no puede abrir solo la puerta de la calle. Antes nunca vi a mis papás juntos, o tocarse, o besarse, ahora van a todas partes juntos, y mi mamá no deja de acariciarle la cara y darle besitos en la boca, en las mejillas y en las manos. Salen a caminar, antes nunca los vi salir a la calle juntos. Mi papá no puede caminar, el accidente lo dejó teta… treta… (no sé como se escribe), quedó sentado en una silla de ruedas, y las únicas articulaciones que puede mover son las que tiene del pecho para arriba; un poco los codos, los hombros, el cuello, la mandíbula y los párpados (lo aprendí por tantas veces que mi madre lo contó a las vecinas). Por esto dice mi hermano que ya no nos pega ni nos grita, porque no puede, y depende de nosotros hasta para llevarse la cuchara a la boca o limpiarse el culo (esto se lo he oído decir a mi hermano). A mi hermano se le ve más feliz que antes, creo que por lo que le sucedió a mi papá, ahora es mi hermano quien pega y grita a mi papá, a mi no me gusta que se comporte así; tanto como mi hermano decía que odiaba a mi papá y ahora es identico a él. Mi mamá, en cambio, no lo trata así, y a ella es a la que más le pegaba y le gritaba y le rompía las cosas que a ella le gustaban, pero mi mamá, en lugar de pegarle o gritarle, le da besitos, le hace caricias y le habla despacito al oído, incluso canta en la cocina mientras prepara la comida, y ahora le sale mucho más sabrosa, y se la ve más bella que nunca. Mi papá tampoco puede hablar, en el accidente perdió también la lengua, se la mordió y jamás la encontraron, pero en los ojos le puedo ver un brillo que nunca le he vi.

Como dice mi mamá “ yo no es que me alegre de la desgracia de papá, pero la verdad es que ahora, en mi casa somos felices”. Ahora celebramos cumpleaños. Mañana celebramos el cumpleaños de mi papá, sólo espero que su deseo de cumpleaños no sea que las cosas vuelvan a ser como eran antes. A mi me gustan mucho como están. Sentarme sobre las rodillas de mi papá, mirarle a los ojos, sonreirle y que me sonría, aunque no pueda notar el peso de mi cuerpo sobre sus piernas.

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1 comentario:

Peru dijo...

Me dejó sin voZ!!! Wouahu.
Besos porteños.