Si por algo reconozco mi llegada, mi aterrizaje en Granada, es por la Maratón de Cuentacuentos. Esta va a ser la cuarta, que comparta con toda esa gente que conocí nada más poner los pies más allá del sur. Gente que más tarde se convirtieron en mi familia, un apoyo vital. Han surgido tantas historias que uno se podría pasar la noche entera contando. Hablando. Charlando. Compartiendo. Recitando. Detallando. Palabras como taciturno, y sus acólitos armados con alabardas, gris, plomizo, alicaído, triste, plúmbeo. Pulular y ojiplático. Este DOMINGO 31 de MAYO, vuelve a ocurrir otro año más que las palabras se unen para formar frases y todo desaparece o renace de la narración, de la magia, del CUENTO. Seguro que tienes algo que explicar. Cuéntanos cómo te ha ido el día. Pásate sólo con tus dos orejas. Pero ven preparado, para el hambre para el frío, para la emociones para las sensaciones, para los finales de infartos para los inicios más paradigmáticos, por que pensamos estar hasta el amanecer si cabe. Acude para recrearte más aún con algún objeto, muñeco, títere, pañuelo, tráete contigo tu adoquín del muro de Berlín, tu esponja oceánica, tu pestaña volcánica. Te recibiremos en LA PLAZA DEL OCHO, a las VEINTE HORAS. Con presentes, para todo aquel que sea valiente, quien haga acopio de todo su arte a la hora de explicar su historia. Es muy fácil contar un cuento, sólo hay que pronunciar las palabras mágicas: “Érase una vez…”. Todo lo demás surge sólo, evocado por la imaginación, como los recuerdos de la infancia.
Y Colorín Colorado este cuento no ha hecho más que comenzar.Disfrútalo
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