28 agosto, 2008

EL SEÑOR DEL SEMÁFORO

Viste con un gran abrigo negro, un casco de moto con forma de escupidera también negro, lleva las botas abiertas y los pantalones por dentro de los calcetines. Siempre fuma un puro casi consumido y a medio encender. De el Señor del semáforo se cuentan historias sorprendentes. Te habla de su vida peregrina, de sus oportunidades perdidas, de sus batallas ganadas, de las veces que se tiró de cabeza a la piscina. Tenía hijo y mujer. Tiene su propia teoría sobre las vueltas que da la vida. Siete años llevo haciendo este camino para ir a mi trabajo. Jamás me detuve a su altura, pero siempre mantuve la esperanza de que un día me explicase alguna de sus historias. Ayer sucedió. Apoyó su brazo en la ventanilla y comenzó a contar.

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